
para sus amigos simplemente pacho, llevaba muchos años abandonado en un hospital, al principio todos sus allegados lo visitaban. Ahora solo lo visitan las enfermeras de turno quienes se han convertido en su familia y su único apoyo. Pacho era una persona fuerte pero gracias a su enfermedad estaba perdiendo sus fuerzas para seguir luchando pues no tenía esa motivación ni ese impulsito que necesita uno para aferrarse a la vida, ya había sido intervenido quirúrgicamente varias veces no sabían si resistiría una más. Algo que siempre decía pacho es que no le tenía miedo a la muerte, pero si le tenía miedo al paradero de su alma y era algo que siempre lo perturbaba pero él engañaba ese pensamiento, pensando que él ya estaba muerto y que a donde fuera sería mejor que la vida, o por lo menos lo que las personas llaman vida. Él siempre quiso volver a su hogar, pero cual hogar si no tenía, él decía que el hogar está donde lo piensen y lo extrañen a uno; y su hogar se encontraba al lado de su esposa que había fallecido varias años atrás y era la única que lo pensaba y lo extrañaba. Pacho a veces pensaba en ayudarle a la muerte a conseguir su objetivo y brindarle un poco de ayuda pero sabía que en el hospital iba a ser muy difícil y no lo iba a quedar tan fácil. Un domingo soleado y radiante como muchos de los tantos en nuestro país Pacho estaba muy tranquilo, ese día se bañó se afeitó le pidió el favor a una de las enfermeras que buscara a alguien para que lo motilara y asi acicalarse. Se recostó en su cama y comenzó a hablar muy calmadamente, las enfermeras un poco asustadas porque en la habitación no había nadie más que él, que repetía cosas como: no me importa, yo me quiero ir contigo ya, tu eres el que tiene la decisión y no te voy a discutir. Las enfermeras después de un rato no le pararon bolas, cuando en la noche en su parte más oscura Pacho soñaba lindas cosas y recordaba como era su vida antes de su enfermedad cenando al lado de su esposa, besándose acariciándose derrochando amor por toda la habitación, de pronto se dispararon las alarmas de la habitación 512, las vigilantes de la salud corren, los médicos y residentes de turno se apuran con el equipo necesario para despertar de su sueño a Pacho lo que ellos no saben es si Pacho quiere despertar.