jueves, 6 de mayo de 2010

miedo al miedo



No recuerdo la última vez que sentí la soledad sentada en mi regazo abrazándome con sus manos como neblina. Frías y oscuras, me paré y encendí un cigarrillo para matar tiempo o para que el tiempo me mate a mí. La desesperación se apodera de mi cabeza y creo que la suela de mis zapatos no van a resistir mucho mi caminar. Se desgastan rápidamente como se desgasta mi amor por ti. Oigo voces que me hablan, no sé si es mi conciencia o mi corazón. Será que esta soledad me está empezando a afectar y estoy enloqueciendo, a lo mejor lo que oigo no son voces si no el sonido de la agonía, aquella que me arrastra lentamente hacia un vacío mayor, del cual no alcanzo a ver el final. ¿Será que quiero ver el final? Es una pregunta que me acaba de explotar en mi cabeza pero creo que las posibles respuestas no las quiero conocer o tal vez sí. Pero es más fuerte el miedo, que mi curiosidad es un miedo que eriza mi piel y me hace sentir indefenso ante tal sentimiento. Ahora estoy descubriendo a que le tengo miedo y esta sensación no me gusta al igual que muchas otras. Respiro profundo, enciendo otro cigarrillo y tomo valor. Me quedo estático sin mover un solo musculo solo el humo que entra por mi garganta e invade mis pulmones. Así mismo me invado de valor y salgo a la calle, donde se que se encuentra la medicina para todos mis males. Recorro las calles con un rumbo definido. El ocaso me acaricia mientras sigo mi camino pero creo que me desvié. De pronto aparece una figura esbelta y armónica. La observo y mi mente se pone en blanco olvido todos mis pensamientos y me concentro solo en ella, decido preguntarle la hora a lo que ella responde. Con un cálido gesto y una dulce suave voz. Que viaja a través de mis sentidos, de los cuales ya no soy dueño no poseo y no controlo. Creo que encontré la medicina de mis males pero aun no sé si ella quiera suministrarme una dosis de amor. Aunque solo verla es una cantidad de morfina que aleja todos mis dolores, eso es ella una dama con el poder de curar tu alma con una sola mirada, mirada que no quiero alejar de mi y soy consciente del riesgo pero lo quiero tomar.

1 comentario:

  1. Mi gordo literario, jeje.
    Caballero, profundo, excelente, me despierta fuerzas que comparto, simplemente en las ocasiones en que el amor me despierta pero el sentimiento tropieza contra una pared. Ahora sigue escribiendo que me dieron muchas ganas de ver el segundo articulo, me van a dar escalorfrios, jaja, Abrazos

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